El único proyecto “vivo” ilusionante en el barrio que queda es el Bosque Metropolitano.
Espero que esta manera de hacer no se extienda a los demás PAU del Sureste, que no es que partan de situaciones muy inspiradoras y optimistas.
El problema es que esto puede generar un efecto en cadena: menos infraestructura y menos dotaciones merman el atractivo del barrio, que pasará a ser menos demandando para empresas, animando a invertir todavía menos en infraestructura…
El Cañaveral y Valdecarros eran las oportunidades de generar cierta concentración de trabajos en el Sureste. Ahora el primero empieza a quedar fuera de la liga.
Un poco en la línea de Ensanche de Vallecas, que perdió la oportunidad de tener un parque icónico y del Gran Centro Urbano nada se sabe.