Coincido en tu visión, que la realidad malagueña es más compleja. También es cierto que si pasas de 10 a 100 llamas mucho la atención, porque Málaga hace unas décadas…
Tengo la sensación de que se está extendiendo una visión crítica del cada vez más mediático crecimiento malagueño, visión que yo comparto.
En muchos sentidos, creo que se está tratando de un crecimiento superficial y no del todo bien planeado. A ver si me explico:
La lista de proyectos aparecen dominadas por nuevos hoteles y nuevas viviendas de lujo, y casi todos los grandes proyectos de renovación urbana se han localizado en el centro y su entorno. Málaga es mucho más y necesita más que eso.
Creo que el esfuerzo se dirige a tener un centro muy cuidado de cara al turismo y el comercio, mientras el resto de la ciudad (menos el Paseo Marítimo)… Se encuentra a su suerte.
Creo que este gran crecimiento no se ha aprovechado para reformar la Málaga existente, carece en general de una mayor preocupación social y diría que también ambiental.
- La vivienda está disparada mientras los proyectos de vivienda asequible o protegida son muy pocos.
- Puede que sea la ciudad más cochista que conozco del sur de España, y parece que seguirá siendo así, necesita planes de peatonalización radical al otro lado del río
- La integración y transición entre las montañas (cuyo paisaje está lejos de ser restaurado) y la ciudad es inexistente
- La ciudad creció de una manera desordenada, con problemas de zonas verdes y transversalidad, sin proyectos que lo solucionen
- La Costa del Sol parece no es capaz de quitarse la resaca corrupta del fiestón inmobiliario, arrastrando problemas ambientales, zonas verdes y de equipamientos… que no sé si están solucionando. Tampoco apuesta por formas de crecimiento más complejas y actuales
- ¿Es la mejor transformación posible? El debate sobre las torres y su falta de orden es una muestra de que se descuidan cosas tan básicas como la silueta urbana, que en Málaga tiene o tenía su encanto
- La oferta residencial y de oficinas no se dirige a la reforma de barrios degradados existentes en general (la ciudad tiene toda una franja de polígonos incrustada) sino que se dispersa en nuevos desarrollos perdiendo esa oportunidad de mejora de lo que ya existe
Comparto el optimismo con Málaga, pero la lectura motivadora inicial, a medida vas leyendo, va dando lugar a muchos problemas que no se solucionan.
Es curioso que la transformación malagueña por mi experiencia no goza de mucho reconocimiento entre urbanistas, sociólogos o arquitectos, como sí ha sucedido con otras ciudades españolas.
El crecimiento de Málaga tiene que trascender los datos macroeconómicos, de inversión, de plazas hoteleras y datos inmobiliarios, y traducirse también en reforma urbana (no solo con intención inmobiliaria o turística), restauración del paisaje, zonas verdes, equipamientos… Una mayor preocupación social y ambiental.