Si entramos en el terreno de la historia especulativa rusa…las atrocidades de la Guerra Civil, la colectivización forzosa de los sectores económicos bajo el comunismo y la sangría de la SGM provocaron que el pico de poder que tuvo la URSS a escala global entre los años 50 y los años 80 fuera mucho MENOR que el que potencialmente hubiese podido tener la Rusia imperial (o hipotéticamente republicana liberal si las cosas hubiesen discurrido por otro curso tras 1917).
Es necesario recordar que desde la década del 1890 hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial, Rusia era con diferencia la gran potencia con mayores tasas de crecimiento económico, urbanización e industrialización del planeta (además de una demografía en expansión africana). Económicamente era algo así como la transformación de China de 1990-2020, pero 100 años antes.
De hecho, la principal motivación que tenía la Alemania imperial en darle carta blanca a los austro-húngaros en la crisis de Agosto (que finalmente llevó a Europa a la Gran Guerra) era la noción certera de que el tiempo jugaba en contra de Alemania: una vez Rusia pudiese hacer efectivo la modernización de sus fuerzas armadas con el “Gran Programa de Fortaleza del Ejército” aprobado en 1913 (y con 4 años de implementación) ya sería imposible hacer frente al gigante ruso.
De ahí la necesidad de hacer la guerra por la supremacía europea mientras se mantuviera abierta la “ventana de oportunidad” geopolítica que supuso para los alemanes su propio crecimiento demográfico-económico comparativamente superior a los británicos y franceses desde 1871.
Resulta un ejercicio de historia alternativa interesante imaginar cómo hubiese cambiado el mundo si esa chispa nunca hubiese prendido, puesto que forzosamente el sistema de alianzas europeo habría tenido que reconfigurarse de nuevo y no es nada descartable que Alemania se hubiese visto forzada a recuperar el entendimiento bismarckiano con Rusia, al tiempo que los británicos les habrían tenido que volver a antagonizar como en los tiempos centrales del Gran Juego decimonónico.
El mundo euroasiático habría derivado a un sistema de alianzas continentales autocráticas/conservadoras (Rusia - Alemania - Austria) vs periféricas (Gran Bretaña - Francia - Italia - Japón) al más puro estilo del “heartland” vs “rimland” teorizado por Mahan años antes
Perdón por irme por las ramas, pero por poner las cosas en contexto: la Rusia de principios del XX que llegaba a la Primera Guerra Mundial con 180 millones de habitantes creciendo al 3% anual, bien se podría haber plantado a mediados-finales de siglo en los 500-600 millones de habitantes aún haciendo una transición demográfica occidental normal (y sin la destrucción que supuso el periodo 1917-1945 o los inevitables lastres económicos de la implantación del sistema socialista).
Al lado de eso, todo lo que vivimos en nuestro hilo histórico real con la URSS, por muy superpotencia que fuera tras la 2GM por eliminación del resto de adversarios europeos, es una versión pequeña y aguada de lo que podría haber sido Rusia.