Metro llevaba hablando con el Ayuntamiento de desarrollar ese APR del PGOUM-97 desde 2006, cuanto menos, para soterrar las cocheras firmando lo que antes se llamaba convenio. En febrero de 2010 el PSOE culpaba al gobierno municipal del PP de no impulsar el soterramiento para poder construir viviendas públicas, dotaciones y parques en la zona. En esas fechas se firmó finalmente un acuerdo de colaboración y Metro propuso seguidamente aumentar su edificabilidad para recaudar más dinero en la subasta. En 2011 salió a información pública. Con las alegaciones recibidas sobre las calles a abrir o el alejamiento de la subestación del colegio (ninguna patrimonial) volvió a sacarse a información en 2013. Tampoco hubo alegaciones.
En 2010 se derribaron las viejas naves de las cocheras de Ventas (1924) por suponer un riesgo laboral, y en 2011 el edificio de oficinas llamado Tuduri (también de 1924 y, este sí, probablemente de Palacios) porque amenzaba con derrumbarse. Nadie dijo nada entonces sobre la desaparición de estas supuestas joyas patrimoniales según el criterio defendido por algunos desde finales de 2014.
A primeros de 2014, cuando el expediente de aprobación iba muy avanzado, Metro comenzó a difundir su plan inmobiliario (que incluía soterrar las cocheras de Ventas y Cuatro Caminos, entre otras propuestas). Sametrahm acudió a la RABASF e Hispania Nostra para pedirles que se conservasen alegando que eran obra de Palacios, y que ellos las consideraban el sitio ideal para hacer “su” museo de metro y exhibir allí los coches históricos (los que ya están restaurados y expuestos provisionalmente en Chamartín).
HN se hizo eco publicando una foto en marzo en su muro de FB repitiendo que eran obra de Palacios, sin más averiguaciones ni insistir en el asunto (hasta que se hicieron eco en octubre de 2014 de una manifestación de Sametrahm y las incluyeron en su Lista Roja en mayo de 2015 a petición de MCyP, con más influencia que Sametrahm). La Real Academia respondió a Metro en mayo de 2014 negando que hubiera algún motivo arquitectónico, estructural o de valor arqueológico (clave para el concepto de patrimonio industrial) que justificase su restauración.
El Pliego de la subasta de Metro para hacer sus nuevas cocheras salió en julio de 2014 tras aprobarse definitivamente la MPG una vez preguntada la RABASF. Ibosa montó la cooperativa Metropolitan ese verano anunciando pisos de lujo frente al Golf del Canal para presentar oferta en la subasta pública con publicidad y tiempo para presentar ofertas. En noviembre les adjudicaron el suelo subastado al mejorar la oferta de Pryconsa.
En paralelo, a primeros de 2014 se debatía la revisión del PGOUM-97 que había salido a información pública. MCyP promovió en mayo una plataforma integrada por asociaciones politizadas y partidos de izquierda (entre ellos Equo) para oponerse a muchos cambios propuestos, pero nada dijo sobre las cocheras. Entre las varias alegaciones promovidas por Corazón Verde / Equo (muchos miembros comunes) había una sobre el APR de Metro Cuatro Caminos pidiendo que no se hicieran viviendas alegando el presunto valor patrimonial de algunos edificios (como el TPA de RFV), sino un parque que extendiera el del Canal.
Como la revisión del PG se paralizó ante las acciones de la oposición y la entrada en año electoral, Equo movió en sus círculos la reivindicación de Sametrahm sobre proteger las cocheras a final de septiembre. MCyP se sumó a primeros de octubre a las peticiones de firmas sacando un informe preliminar sobre el supuesto valor de esas instalaciones.
En febrero de 2015 montaron la plataforma Salvemos4C para seguir haciendo campaña en redes y medios, además de nuevos informes patrimoniales que las “pusieran en valor” porque los amigos de los tranvías históricos no sabían hacerlos, y porque los carcas de la RABASF no sabían lo que era el patrimonio industrial (incluyendo al catedrático y director emérito Antonio Bonet Correa, tío del VP de MCyP y cuñado de Mercedes López García, una de las promotoras de TICCIH España y profesora de Estética en la ETS ICCP, cuyo catedrático era Miguel Aguiló Alonso). ¡Ay el adanismo juvenil y su desconocimiento de la historia de las obras públicas en España, así como de la defensa del patrimonio ingenieril español desde los tiempos en que se derribaron los restos del artificio de Juanelo en Toledo en el XIX!
Los de MCyP hicieron su primera foto de las cocheras subiéndose a la tapia el 25 de septiembre de 2014 para intentar averiguar qué había detrás. Lo que más ha llamado mi atención es que sus fundadores, los arquitectos Patón y Tellería, habían trabajado para Metro en 5-6 proyectos de estaciones, incluyendo la de Ópera con la puesta en valor de los Caños del Peral sin haberse fijado antes en esas cocheras que, por descontado, nunca propusieron para figurar en la Guía del COAM (la biblia del conservacionismo arquitectónico, según Tellería).
Por su parte Berlinches, otra arquitecta y conocida promotora de ese grupo de presión patrimonialista (lo fundaron tras lamentar que el COAM y el Ayuntamiento no les hacían el caso que ellos creían merecer), había dirigido la web municipal de Monumenta Madrid, donde tampoco incluyeron las cocheras; ni ella ni sus amigos. En la visita guiada que hicieron en noviembre de 2013 al patrimonio de Chamberí y Centro tampoco las mencionaron a los medios convocados para propagar su defensa del patrimonio.
¿Estamos presenciando un fraude en la “patrimonialización” de una golosa parcela urbana motivado por una política de oposición a nuevas viviendas cerca del Centro?