Sí, me ha llamado hoy la atención… espero que pongan otro cuadro de importancia en el muro de enfrente, por aquello de la simetría.
Tantos años desde la ampliación y mira que detesto a Moneo como arquitecto. Lo del Patio de los Jerónimos no tiene nombre… espero que alguien con sensibildad nos gobierne alguna vez y lo remedie… Pero tengo que admitir que cómo diseñador de interiores sí que me convence. El suelo de mármoles en espiga, el cobre, los estarcidos de rojo pompeyano (tan controvertidos… a mi me encantan, pero entiendo la controversia… son muy “marmite”, o lo amas o lo odias)… han envejecido muy bien. Tiene un punto hotel de lujo intemporal y de buen gusto. Nadie hace todo mal. Por lo demás, un gran buhhh a Moneo.
¿Alguien con sensibilidad va a corregir a Moneo? En fin, para gustos colores. A mí me gusta la ampliación, desde siempre, aunque no es perfecta.
Supongo que en la sala de las musas colgarán también el retrato de Cristina de Suecia que creo que están restaurando y que es la responsable (junto a Felipe V e Isabel Farnesio) de la fantástica colección de escultura romana que atesora el Prado, entre las que se encuentran las musas.
Lo que hay que leer… Hay cosas de las Artes, y la Arquitectura es una de ella con la peculiaridad que puede englobar a varias de las otras artes, cosa que al revés no pasa, que no tiene cabida el a mí no me gusta o a mí sí, simplemente hay criterio y algo de espíritu cultural. A mi el Gehry del Guggenheim y el Moneo de la ampliación Del Prado, me encantan; estando en las antípodas, entiendo el valor cultural e intelectual que hay detrás de ambos. Es como si despreciamos un Fran Angélico porque nos gusta más Picasso, hacer eso sería de una falta de criterio y de cultura tremenda.
El mejor maestro echa un borrón, yo veo varias cosas discutibles en la ampliación del Prado, por dentro y por fuera. No digo horribles, digo discutibles.
Lo peor sin duda la fachada interior del claustro, un patchwork abominable.
Que ese hueco esté siempre tapado no es responsabilidad de Moneo. Yo puede ver, las dos primeras veces que fui tras inaugurar la ampliación, ese hueco abierto, y la sensación desde la sala inferior, con esa entrada de luz, era muy buena. Cuando fui a ver otra temporal, ya lo habían tapado, imagino que por temas de iluminación de ciertas obras, y así se ha quedado. Un error solo atribuible al propio museo, ya que la luz tamizada que entra por ese hueco no es mayor que la que hay en la galería central, donde están algunas de las obras más importantes y no pasa absolutamente nada.
Es que no hay ninguna necesidad de tapar ese hueco. Si fuera por entrada de luz natural habría que cegar entonces también la galería central. A mi me parece una excusa absurda que no entiendo.
Eso sí que no lo había escuchado, y me parece una excusa aún peor que la de la luz. Anda que no hay museos con vacíos a niveles inferiores y que yo sepa nadie ha muerto descalabrado ni se ha suicidado por amor al Arte.
Siempre me pareció curioso que en el Prado no se planteen (como si ocurre con otros cuadros) la participación de Da Vinci aunque sea parcialmente. Estamos hablando de que aunque no lleve el Sfumato, se hizo en el mismísimo taller de Da Vinci en la misma época que la del Louvre y por si fuera poco, tiene las mismas correcciones que la original, con lo cual tuvieron que estar ambas en el mismo sitio pintándose a la vez, porque cuando Da Vinci se equivocaba en su obra, está también lo hacía, ambas corrigiéndose de la misma manera. Además, la madera y el tratamiento de esta es de mayor calidad que la del Louvre.
Entiendo que no se puede decir así tan abiertamente que Da Vinci pinto este cuadro, pero tampoco se debería negar tan tajantemente cierta implicación del artista en el. Se podría decir que lo pintó uno de sus discípulos con su ayuda y no pasaría absolutamente nada (Bueno, si pasarían cosas, en Francia no lo verían con muy buenos ojos eso de que Leonardo tuviera otras Lisas, pero que se jodan)
Negar la implicación directa de Da Vinci en ese cuadro solo es una muestra de cómo funcionan los lobbies en el mundo del arte. Es completamente absurdo. Yo incluso dudo de si las referencias históricas tempranas no estuviesen cruzadas.
Creo que los especialistas, en general, no niegan que fuese más que probable la intervención de Leonardo en la versión del Prado. No creo que nadie se negase a poner en la cartela “Taller de Leonardo”. Incluso se podría poner la más ambiciosa “Leonardo y taller”, aunque está opción sí que podría generar polémica.
Ahora, si se compara con La Belle Ferronière, con La dama del armiño o con otras obras indiscutibles de Leonardo, es fácil defender que la tabla del Prado no es un leonardo. No es la falta de sfumato, que tampoco está en obras tempranas del maestro, como el retrato de Ginebra de Benci, es que no tiene la morbidez, la melancolía, la elegancia… características de Leonardo y que sí tiene, por ejemplo, el Salvador adolescente atribuido a Boltraffio, del Lázaro Galdiano, que durante tantos años la tradición local consideró como la única pintura del maestro en España.
Me llama la atención que en la nueva ubicación de la versión madrileña de la Monalisa ya no se arremolina tanta gente a su alrededor como cuando estaba en la sala compartiendo sitio con Mantegna, Botticelli, Fra Angelico y Antonello da Messina.
Me vas a perdonar la maldad, pero yo en la crítica especializada percibo los mismos vicios que en esos catadores de vino a los que les dan vino de cartón y no se dan cuenta.
El baile histórico de atribuciones es muestra de ello.
La nueva ubicación es bastante mala, está como muy apartada. Yo la pondría en una ubicación mas acorde a su valor y me da la sensación que el prado no sabe lo que tiene entre manos.
Si la supiesen mover bien y le diesen publicidad, se convertiría en uno de los reclamos del museo sin duda.
Es lo típico de esta ciudad. Cuando se piensa en palacios europeos todo el mundo habla de Buckingham cuando es una casita en comparación con el Real, la Mona Lisa llena de basura parisina frente a la madrileña reluciente, hablar de ciudades arboladas y se piensa en cualquier sitio menos en Madrid…es un continuo. Es una ciudad que se vende fatal.
En el XIX se puso de moda acharolar los cuadros, una costumbre que llegó al paroxismo en Francia y que era muy agresiva. Lo mismo que fue muy agresiva la moda de trasladar las pinturas de tabla a lienzo. Como en España éramos mas pobres, en parte nos libramos de esas prácticas tan agresivas.
La Gioconda es un campo de minas y nadie quiere morir en el intento.
Lo que es cierto es que durante años las colecciones españolas (no solo las de Madrid) han tenido una consideración menor que las de otros sitios. Esto estaba motivado porque los especialistas eran anglosajones, alemanes, franceses e italianos. Españoles había pocos de prestigio internacional. Muchas veces las obras solo se conocían por fotos y se dictaminaba alegremente sin haber visto la pieza en vivo, sin hacer ningún análisis, basándose en el criterio del historiador. Se suponía que el ojo de Berenson era infalible.
Todo esto desde hace mucho tiempo no es así y se valoran tanto a los especialistas españoles como a las colecciones nacionales.