Gallardón (siempre Gallardón) lo vio venir. Yo era de los que en su día defendió ampliar Atocha y desdeñar la nueva terminal en Abroñigal, y hoy sin embargo lo veo completamente distinto.
La monumental estación de Atocha debería ser ahora mismo el broche de oro del Paseo del Arte y las Ciencias, y haberse desarrollado una operación Atocha, pero volcando la edificabilidad a lo que entonces quedaba de Méndez Álvaro y el entorno de la terminal de contenedores de Abroñigal. En descargo de los que ampliaron Atocha hay que decir que un plan así hubiese demorado mucho, y lo que no había (ni hay) es tiempo.
Un modelo como el de Sagrera, en Barcelona (ligar en el mismo volumen estación y oficinas) tampoco habría estado mal.