Harto ya de meninas, osos y madroños.
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No sabía donde ubicar esto, al ser unos bajorrelieves en fachada podría encajar aquí. En cualquier caso, otro ejemplo del bajo nivel intelectual de ciertos promotores y personajes que permitieron este tipo de cosas. Como muestra, el comentario sobre Picasso… sin palabras.
’’ Cuando Madrid dejó escapar la obra de Almada Negreiros’'
El escenógrafo y dramaturgo portugués cinceló en 1929 una docena de relieves destinados a la fachada y el recibidor del cine San Carlos, actual Teatro Kapital, que acabaron después en manos de marchantes
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Pienso que Madrid debería incorporar en sus plazas históricas y en las de nuevo estilo proyecciones de hologramas gigantes en 3D, que sean representativas de la vanguardia artística del país, o de hispanoamérica evidentemente. Estatuas figurativas y abstractas ya hay a paladas, de todos los tamaños y materiales. El presente y el futuro es lo digital. Mirad… yo en la reforma del eje de El Prado, patrimonio de la Humanidad, me atrevería a reproducir las puertas antiguas desaparecidas u otros elementos desaparecidos, con hologramas. La tecnología es muy versátil, se pueden reprogramar las formas, los tamaños y los colores, así como introducir el movimiento en todo ello. Meter algunos ejes y plazas importantes en una película de animación. Y cuando la ciudadanía se canse, pues se cambia el diseño o sencillamente se borra el holograma.
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la artista visual granadina Marina Vargas y presidenta de la asociación expondrá en el CNIO su pieza Intra-Venus , de la que precisamente toma el nombre esta nueva organización. Marina Vargas ha cedido al CNIO esta obra para su exposición en las instalaciones de este centro durante un año, donde permanecerá, abierta al público, a partir del día 2 de febrero. La obra, hecha en mármol de Carrara, representa un gesto feminista de una mujer concienciada con mostrar la auténtica realidad de una paciente de cáncer: con la ausencia de un pecho, los efectos de la quimioterapia en su cuerpo y el brazo erguido, como símbolo de su activismo.
https://twitter.com/CNIOStopCancer/status/1488859032660107269?cxt=HHwWioCzpdzZvqkpAAAA
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Buenísima aunque cruda. Como tiene que ser.
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Es innegable que el arte reivindicativo y político tiene un futuro aún muy prometedor, debido a las numerosas injusticias que plagan las civilizaciones en cualquier rincón del mundo, en particular a las que atañen a la condición de la mujer. Sin hablar de la que se avecina con los problemas de fondo derivados del cambio climático, de la soledad en las ciudades, de la dependencia, de la discriminación, etc.
Echaría quizá de menos un contrapeso del arte por el arte, es decir más esteticista, o frívolo. Pero hay que reconocer que suscita menos interés en la actualidad debido a que está desfasado de las preocupaciones actuales del mundo.
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Cuadro de Dalmau en el Real Casino de Madrid. Es un cromo, sin matices.
Se echa de menos cuando los monumentos en la ciudad los hacían artistas.
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Es la antítesis de Velázquez, todo lo que en el sevillano es profundidad, aquí es planitud.
Y el tratamiento de la luz lo comentamos otro día.
Gran ilustrador se ha perdido Warhammer.
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Mejor es, pero sigue siendo una gran portada para una revista de coleccionismo. Todo lo bien que se le da el dibujo no se compadece con el resto de características necesarias en la pintura realista.
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La cabeza del caballo parece una auténtica fotografía, me parece espectacular.
Ya me gustaría a mi ver a más de uno por aquí intentar pintar algo parecido a eso. Estoy seguro el Ecce Homo de Borja sería bello y proporcionado a su lado.
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Si os fijáis, es hasta el mismo caballo. Misma mancha en la cabeza… Más cromo, imposible. Yo buscaría las 7 diferencias 
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Criticar la obra de Ferrer Dalmau de una manera tan irrespetuosa rebajándola a un “cromo” me parece un gesto pretencioso e insultante. Me recuerda a un “crítico de arte” que hay en YouTube con el pelo (pobre) largo y las uñas pintadas de negro que pone a parir a Picasso y a quien se ponga por delante. He visto varios cuadros de Dalmau, recuerdo uno en una exposición que pusieron en el Museo Naval sobre la fragata “Las Mercedes” en el que sin ser yo un entendido en arte, me quedé varios minutos admirándolo, porque no faltaba detalle. Iba además con un miembro de la armada en activo y me dio varios detalles de la escena reflejada en la pintura que daban testimonio de que además de pintar bien, el tío se documenta previamente. Para mí es un gran pintor.
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Yo entiendo las críticas, al final no deja de ser un ilustrador muy refinado.
Sus cuadros recuerdan mucho a las portadas de la revista “Desperta Ferro”, versión currada al óleo ja,ja 
Tiene su mérito en cuanto a estudio, trabajo y detallismo, pero el valor/talento artístico es más que relativo.
Entonces cabe preguntarse, si artísticamente no es nada nuevo o brillante ¿por qué está teniendo tanto éxito y notoriedad?
La respuesta para mí es clara: porque en España había y hay mucha “sed” de grandes obras “patrióticas” de este tipo, ya que somos un país que vive generalmente de espaldas a nuestra extensísima historia militar (derivado de nuestros traumas y complejos particulares como nación en épocas recientes).
Que un tío se dedique a pintar cuadros más o menos decentes de unos tercios marchando en Flandes o unos coraceros al galope por el Rif tiene para no poca gente un punto rupturista, hasta de rebeldía anti-sistema, por más absurdo que pueda parecer si se piensa friamente.
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¿Cómo?¿Refinado? 
Refinado es, yo que sé, Ingres supongo.
Eso es verdad. Tiene un trabajo de investigación histórica valioso.
En España habrá sed de obras patrióticas, pero que sean buenas por favor jajaja
Yo creo que es eso. Pero en el momento en el que empieza a plantar cosas en el espacio público, hay que poner en cuestión su valía para hacerlo. Que en mi opinión, no la tiene.
¿Para ilustrar escenas históricas en un museo, como ilustrador? Vale. O director de arte de un videojuego de guerra, puede. Pero no es “el artista”…
Me he encontrado una versión británica de Dalmau. Hace apuntes bélicos, yo creo que mejores (al menos la luz y los colores, mucho más conseguidos…)
Aunque siguen siendo apuntes… Se llama Michael Alford.
He encontrado otro que es mejor. James Hart Dyke, parece que británico también.
Aunque si lo buscáis también tiene obras cromo. Pero estas dos tienen al menos dinamismo o fuerza… No tienen esa ambiente plano y estático, de maniquíes, de Dalmau… El uso del color también es mucho mejor…
Hace unos años expuso una mujer en la Academia de Medicina en la calle Arrieta, unas imágenes de unos “soldados” mucho más cotidianos. Realismo, como el que Dalmau pretende, aunque me parece sin duda mucho mejor. Y es mucho más desconocida. Se llama Emma Cano la artista (para que no digáis que solo me gustan extranjeros).
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Pues en general estoy de acuerdo contigo @boiler, de hecho el último que has puesto me transmite mucho más que los otros.
Ferrer-Dalmau tiene cuadros y cuadros (hay mejores tambien ¡ojo!), diría que su “problema” desde un punto de vista artístico es puramente de talento pictórico.
Sus cuadros no tienen esa magia de ser pinceladas aparentemente incoherentes que mágicamente se convierten en una representación viva cuando das un paso atrás.
A cambio lo suple con un increíble nivel de detalle.
El resultado es el por todos conocidos: cuadros formalmente perfectos, con ese aire tan “Disney” o de portada de revista.
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Dicho esto repito que la relevancia de Dalmau no es tanto por cómo pinta sino por lo que pinta.
Porque le da al gran público algo que ningún otro le da: patriotísmo de tipo histórico-militar con una base de realidad sólida, en unos tiempos donde la gente busca a algo donde agarrarse ante la deprimente ausencia de autoestima nacional desde las instituciones.
Si sus cuadros fueran de escenas de oficina, bodegones o paisajes naturales pues ni estaríamos teniendo esta conversación.
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Su obra se expone en sitios públicos por lo que es legítimo criticarla, al igual que se critica en el foro todo lo que se hace en Madrid, a veces con calificativos muy gruesos.
“Cromo” me parece un adjetivo incluso amable. A mí me parece que hace un tipo de ilustración adecuada a los fines que busca él y su público. Si su “arte” se quedase en sitios como el Real Casino de Madrid o en el Museo del Ejército, te aseguro que yo no diría nada. El problema es que él es parte responsable de unos monumentos que se han colocado o que se van a plantar en mi ciudad y que según mi punto de vista tienen una calidad ínfima, no ya porque empleen un lenguaje que quedó obsoleto hace más de un siglo, sino porque utilizando el mismo lenguaje afín a Benlliure, Querol, Macho o incluso Ávalos, lo hace de una forma blanda, amanerada, acumulativa, superficial… a mi me recuerda a los ilustradores que utilizaban el aerógrafo en los ochenta.
Por cierto, el crítico al que haces referencia, a mí me parece muy gracioso, tiene mucho éxito en las redes, es Doctor en Bellas Artes, pero sus opiniones no tienen ninguna relevancia entre la crítica especializada.
Lo que hace Dalmau nunca llegará a un museo de arte a no ser que sea para ilustrar algo.
Yo para mi ciudad quiero lo mejor, no ocurrencias que no se pueden medir con lo hecho en el pasado.
¿Qué monumento del Panteón de Hombres Ilustres tiene una calidad similar al homenaje a los Tercios de Flandes?
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En cuanto a las esculturas, si bien la base son los cuadros de Augusto, al fin y al cabo las hace Salvador Amaya.
Yo entiendo perfectamente que no aguantan ni de blas una comparación con los nombres que das. Cuando ponéis imágenes queda patente de un vistazo.
¿Pero acaso hay un Benlliure disponible por ahí hoy en día?
En el país de los ciegos el tuerto es el rey.
Igual aquí peco de ignorancia y hablo sólo por experiencia personal, pero vivimos en un mundo donde el 90% de las esculturas que se inauguran en el espacio público acostumbran a ser obras postmodernas que nadie entiende o cosas directamente feas y desagradables.
Llega un escultor de la mano de un pintor que te planta una estatua más o menos realista, que da el pego, que encima es de temas patrióticos que nadie más se atreve a hacer…y yo la verdad que entiendo que a mucha gente le parezca un contrapunto irresistible.
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Digo yo que el responsable, total o en parte, no será Dalmau sino aquel político o técnico que decida que debe haber una obra que no sea adecuada.
A Eurovisión hemos enviado pésimos representantes pero la culpa no será del que sube al escenario, sino de aquel o aquellos que lo enviaron allí.
¿Dalmau decide que debe haber obras suyas en sitios públicos?