Ya, ya, eso ya lo sabemos… Hay mucha gente con ese perfil (profesionales), por eso a veces es positivo una mayor variedad a lo hora de formar un equipo.
¿De verdad Reme…digo Salvador Amaya se ha registrado por las malas críticas de este foro cuando estas solo se han leído en unos hilos muy concretos? Igualmente a mi no me parece tan horrible como a algunos, aunque lo poco que se ha enseñado tampoco me emociona.
Realmente, y discúlpame zamorano por el lío (me debe haber dado la lucidez nocturna) pero el ofendido aquí no deberías ser tú, ¡qué morro!
Invierto mucha energía cada poco para compartir noticias de cierta calidad y trabajadas, para que una cuenta que desde hace días es incapaz de publicar un solo post sin chascarrillo partidista, malmetiendo y calentando el ambiente, insinuando que hay foreros “con obra de mierda” (???)… se hace el ofendido ¡por un comentario de extrañeza por la afiliación religiosa de gran parte de un equipo que va a dirigir la planificación de la ciudad! (por profesionales que sean, eso no lo dudo).
Y vuelvo a insistir: qué lástima que tan pocos (2) hayan torpedeado una conversación tan rica sobre arte figurativo, monumento y política, patrimonio madrileño, obras comparadas y demás.
Buenas noches.
Por experiencia, aquí se forman broncas en milisegundos por generación espontánea, y con la misma calentura y brevedad con la que se montan, se desvanecen. Pero por lo general predomina el tono amable y respetuoso. Hay verdaderos expertos en varios temas y se aprende mucho. Nada que ver con el mundo twittero u otros foros.
¿¿¡¡¡Pero usted qué sabe la afiliación religiosa de nadie!!!??? ¿Le han enseñado el carnet? ¿O solo habla de oídas? Me parece una desfachatez.
Vamos a parar eso ya, compi. Boiler ha dicho que iba a borrar el mensaje y ha intentado cortar el offtopic.
Mucho valiente para criticar y juzgar desde el anonimato, ese es el problema.
Buenas noches tengan ustedes.
No como tú
Fascinante relato/interpretación de nuestra historia el suyo para acabar con la no menos fascinante conclusión de que lo que no se representó en el pasado no hay porqué representarlo en la actualidad y afirmar – curiosamente sin sonrojo alguno – cuáles son los “monumentos que gustan ahora a la gente”., pero resulta que no es cierta, o al menos no acredita esa supuesta construcción nacional de España en el siglo XIX, en el cual un escultor tan magnífico como Mariano Benllure tiene monumentos en Madrid como el conjunto escultórico de Emilio Castelar o el monumento a Álvaro de Bazán que ya me dirá usted que tienen que ver con la construcción de España como nación. Tampoco acabo de ver el motivo por el que hoy por hoy no se deba representar nada que no sea tendencia (un mojón en una rotonda, por ejemplo) o no se hizo en el pasado. Con Tierno Galván como alcalde se erigió el monumento a Claudio Moyano, obra de Agustín Querol, ministro del XIX y autor de la primera Ley de Educación seria de este país – que incluía a las mujeres por primera vez – que conforme a sus criterios nunca debió llevarse a cabo, siendo así que ese personaje, con independencia de los gustos imperantes, merecería un monumento en cualquier época. El asunto de hacerse portavoz de lo que “le gusta a la gente” lo dejo para otro día para no empacharnos, pero le adelanto que tiene casi siempre más que ver con los gustos que tiene uno mismo y que la mejor manera de comprobarlo suelen ser las campañas de suscripción popular para hacer monumentos que se llevan haciendo desde hace muchísimos años. Haga usted una, por ejemplo, para poner ese extraño cabezón blanco que está en la Plaza de Colón y veríamos que tal le va,
Mi único interés legítimo es que no se tire la piedra y se esconda la mano en este foro. Lo que usted hable con sus compis me da igual.
El resto del debate no es de mi interés, pero esto no lo puedo pasar por alto.
Esos monumentos tienen todo que ver con la construcción de España como nación. No específicamente los personajes, sino los monumentos, porque una nación tiene que crear sus héroes y próceres del pasado y el presente y homenajearlos convenientemente para que queden fijados en la mente de cada hijo de vecino.
La parte final del siglo XIX y principios del XX fue muy productiva en todo occidente en la creación de monumentos a figuras presentes y pasadas al tiempo que las estructuras de estado nación se terminaban de consolidar en ellos. Con mayor o menor fortuna.
No es algo particular de España, lo hacen todas. Lo digo para quien piense que esto es algún tipo de hecho diferencial. Incluso lo intentan muchos en Cataluña con ese líder popular de la guerra de Sucesión que acabó su vida ejerciendo tranquilamente la abogacía en Barcelona.
Esto es una puntualización, ambas esculturas son magníficas y bien embellecen el espacio público.
No, pero una crítica destructiva por alguien que no sabe hacer algo ni remotamente parecido… No tiene sentido.
Es que, además, los homenajes pueden y deben representar confrontación de ideas en la construcción de la identidad nacional. Porque no hay nada más real que las pulsiones y tensiones que han configurado la historia.
Viriato, Ibn Marwán, Augusto, Cid, Averroes… todos tienen (merecidas) esculturas, y todos muestrarn homenajes y discursos confrontados entre sí (entre algunos).
Los tercios y cualquier otro monumento, además de tener una clara intencionalidad política en la construcción de la identidad nacional, tienen un claro componente didáctico.
Y sí, la pluralidad política ha de existir y ser respetada, incluso en sus manifestaciones artísticas. Siempre y cuando no inculque una narrativa lesiva.
Además, en ocasiones es necesario recuperar esas figuras al cabo de los siglos, porque su simbología adquiere un componente más “neutro” con la perspectiva anacrónica del tiempo.
Gracias por calificar mi relato como fascinante
En este foro lo habitual es el tuteo, pero si quieres tratarme de usted, ningún problema.
O no me he explicado bien o no me has entendido. La observación que hice ¿ayer? está en la línea de lo que comenta @UrbiEtOrbe en el último mensaje. Como ya indiqué durante el XIX y principios del XX Europa y América se llenan de monumentos de personajes históricos de un pasado más o menos lejano.
En 1874 se levanta en París el Monumento a Juana de Arco, justo después de la guerra franco-prusiana. Es un momento de debilidad, de inseguridad y se buscan referentes del pasado para exorcizar los fantasmas de la nación derrotada. Es una estrategia repetida en distintos países porque funcionaba ¿por qué no hay monumentos a Juana de Arco antes del XIX? ya a finales del XVIII empieza el cambio, pero antes los monumentos homenajeaban a la realeza y a la religión.
Es evidente que dentro de esta estrategia de exaltación de los héroes del pasado en clave nacionalista, la figura de don Álvaro de Bazán, uno de los mejores marinos de todos los tiempos, fuese pertinente. Él fue decisivo en la batalla de Lepanto o en que el rey de Portugal fuese Felipe II. Y eso de que el marino nunca fuese derrotado le confería un aura especial.
La figura de Emilio Castelar es muy distinta, no pertenece al grupo de monumentos de héroes del pasado. El monumento se levanta inmediatamente después de su muerte, es un homenaje a una persona que se consideraba el paradigma de político e intelectual, un faro a seguir y por tanto el monumento también era eficaz.
Con Tierno Galván no se erige el monumento. Lo que hace el alcalde es trasladar el monumento a un lugar cercano a su ubicación original. El monumento, estupendo, es de 1900.
Si has seguido con cierta constancia no solo esta versión del foro, sino las anteriores, verás que una de las quejas recurrentes que teníamos algunos foreros era la proliferación de monumentos de baja calidad esparcidos por toda la ciudad. A partir de Álvarez del Manzano, empezaron a llenarse las plazas y calles del centro de Madrid de figuritas de distintos personajes, imitando lo que se hacía en otras ciudades. Barrenderos, violeteras, vendedores de cupones, chicas con carpetas, apoyadas en la pared, cabezones de Goya, de don Juan de Borbón, figurines que querían ser Velázquez… y claro, surgen las comparaciones
La comparación resulta demoledora y eso que el segundo es de un artista reconocido, con obras en museos importantes, cosa poco habitual en los monumentos que se plantado en Madrid en los últimos años.
Mucho antes de que se decidiese hacer los homenajes recientes a militares, ya nos quejábamos de la baja calidad de los monumentos que se hacían en la ciudad. Sobre todo si los comparábamos con los realizados antes de la llegada de la democracia.
Hace pocos mensajes mencionaba el Monumento a Juan de Villanueva en forma de fuente.
Una fuente que aporta a la ciudad. Ahora se pondría un muñecote portando los útiles que usaban los arquitectos en el XVIII y además se querría ubicar cerca de una de su obras, contribuyendo a la saturación de ninots del centro.
Lo de hablar sobre los gustos de la gente viene muy de lejos. Surge porque algunos en el foro aseguraban que el arte contemporáneo era un engañabobos que no gustaba a la gente, que no era “popular”. Y con ejemplos, quedó más que demostrado que no era así, que en la órbita occidental muchos de los monumentos más populares hechos en los últimos años tenían un lenguaje que podríamos llamar, para entendernos, “contemporáneo”. Aunque todo lo que se hace en un momento dado es contemporáneo.
El éxito de las campañas de suscripción en España nunca han medido la calidad de lo que se quería comprar o hacer. No funcionó cuando se quiso adquirir "La Adoración de los Magos’, de Hugo van der Goes, que acabó en Berlín y tampoco terminó de funcionar recientemente con la campaña que hizo el Prado para comprar el cuadro de Vouet, que al menos, sí que acabó en nuestro querido museo.
El grupo de los tercios se va a hacer porque hay un grupo numeroso de personas que siguen creyendo en la eficacia de ese tipo de monumentos y que querían hacer un homenaje al ejercito que luchó para que Holanda y Belgica siguiesen bajo la corona española. Si se propusiese hacer un homenaje a la Virgen sobre una columna gigante y situarla en el Retiro (proyecto que se barajó hace años), a lo mejor los mismos suscritores también harían aportaciones. O si se quisiera hacer un homenaje al hidroavión Plus Ultra y situarlo en medio del lago de la Casa de Campo. Ahí me aventuro a pensar que hay razones ideológicas, más que de querer que la ciudad tenga monumentos de calidad. Lo importante es el “qué” se hace y luego viene el “cómo” se hace.
Victor Ochoa seguro que ha vivido muy bien, con numerosos encargos de envergadura en toda España ¿eso le hace ser un buen artista?
Volviendo al tema de “El Señor de los anillos”, a lo mejor si se hiciese una suscripción popular para un monumento en el que apareciese Gollum intentando atrapar un anillo en el que cualquier viandante puediese meter el dedo, u otra cosa, la suscripción sería un éxito. Seguro que la productora apoyaría. Luego el Ayuntamiento sería el que tendría que decidir si lo plantaba o no en alguna calle o plaza de nuestra ciudad.
Es que hay ciertos post que ya están rozando el peloteo al borde de la vergüenza ajena. Se puede criticar una obra sin que ello suponga ningún agravio al creador, al concepto homenajeado ni a la nación. Pero a muchos les gusta salirse por peteneras.
Fíjate que yo no critico la escultura, solamente la ubicación.
Hay varios posts en los que he incluso sugerido una ubicación en un entorno más moderno, tipo PAU.
Haz una campaña a ver si tiene éxito. Total en el aeropuerto de NZ pusieron a un Gollum gigante hace unos años:
¿Y por qué iba a hacer yo una campaña? me parecería aberrante que pusiesen esa escultura.
Pensaba que tenías interés personal o algo…
Bueno, no lo sé, pero que es artista, lo es. Y a mi juicio bastante bueno. Obras mejores y peores las tenemos todos, pero que conoce el oficio y ha hecho gala de su creatividad a lo largo de su trayectoria, no está en discusión. Cualquiera diría que te molesta que haya artistas que vivan muy bien. Creo que a eso deberíamos aspirar todos, ¿no? No te parapetes en la trinchera de que cuanto más desgraciado e incomprendido es el artista, mayor autoridad moral tiene. A veces hay que salir fuera, e intentar hacer arte para el espectador, no sólo para satisfacerse a uno mismo. Sobre todo cuando pretendes venderlo.