El horizonte temporal y espacial de Madrid es muy amplio, Madrid lleva más de 5 siglos creciendo sin parar, a un ritmo mantenido que se ha visto incrementado en las últimas décadas gracias a la globalización y a las políticas posibilistas, desarrollistas y liberales que se han llevado a cabo. Eso que algunos llaman estrategia.
En cambio el horizonte temporal y espacial de Barcelona es muy corto, en cuanto se les acabe la cuerda del 22@ ya no les queda nada. Son ciudades con tiempos, necesidades y horizontes muy distintos. Y esto se intuía ya hace 20 años, cuando Madrid no era nadie y Barcelona lo era todo, solo hacía falta abrir un poco los ojos. En cambio ahora ya es innegable que los papeles de ambas ciudades han cambiado y que la diferencia entre ambas no va a hacer otra cosa que seguir incrementándose.
A alguno por aquí parece que le han entrado las prisas de repente, se dedica continuamente a hacer fotos finish de ambas ciudades con situaciones que no son comparables y a buscar cambios de tendencias inexistentes para autoconvencerse de que “Madrid no va bien” o de que en Madrid “no hay nadie al volante”. Pero siguen sin darse cuenta de que la pista de Barcelona se acaba en 10 metros y a la de Madrid todavía le quedan 200 hasta la meta.
No nos agobiemos por tonterías señores, el futuro de Madrid es más que prometedor y la estrategia está bien clara: no hay que mirar a Barcelona, hay que mirar mucho más lejos.
Ladran, luego cabalgamos.