Como muchas ciudades del Golfo, el reciente ascenso meteórico de Doha ha resultado en una expansión dramática de su huella urbana, impulsada por el automóvil. Este proyecto progresista tiene como objetivo cambiar esa dirección, creando un barrio denso y transitable, unido por calles naturalmente frías construidas a escala humana. Situado en el corazón de la ciudad, hay más de 100 edificios, cada uno distinto, pero todos expresan un lenguaje arquitectónico compartido, arraigado en la cultura local y el clima.