Además de los centros de datos y del “boom” de la consultoría digital en la capital, en el otro sentido es también bastante clave que en Madrid (o alrededores) se empiecen a poner las bases de alguna manufactura de microchips.
Lleva ya un tiempo el río sonando por el carácter estratégico de este tipo de componentes y la vulnerabilidad de casi todos los países europeos al tener que importar casi el 100%. España está especialmente desnuda en el tema, y encima seguro que habrá dinero público inicialmente para engrasar estas operaciones…