Al parecer cuando Rem Koolhaas visitó Madrid, cuando pasaba por Colón le preguntó al taxista ¿que quién había hecho estas torres?, y dijo en alto: ¡¡¡¡el arquitecto está en el manicomio!!!.
Me es incomprensible que de unas torres que levitaban, se haya hecho esto, y se apoye,
Bueno, ahí tengo que discrepar. Las torres (ahora es una sola) siguen ‘levitando’ porque no se ha modificado su sistema estructural. Es más, lo añadido también cuelga de la nueva estructura añadida en cubierta. Ahora es doble levitación.
A mí me gustaba la idea, no me parecía mal ubicar dos volúmenes que solo tocaban a lo existente en un punto, y los imaginaba como dos cubos de luz por la noche. Pero lo que han hecho está muy lejos de eso. El resultado es muy torpe y mucho más pesado de lo que vendían. Aún así, el enchufe de Lamela y el cambio que hizo en las fachadas no me gustaban nada. Él fue el primero en empeorar su propio proyecto, así que no tiene demasiados motivos para quejarse.
No soy fan de Lamela, pero al menos en este caso se quejó proponiendo una alternativa.
El diseño que propuso me sigue pareciendo el mejor hasta ahora. Solucionaba precisamente el dichoso hueco entre los cubos y la plataforma (Los cubos volando como ovnis sobre la plaza es de lejos lo peor, y lo más pesado visualmente) y unificaba su estética con el resto de la torre.
Es cierto que el resultado es muy mejorable, y que la parte trasera es un transformer muy complicado de defender. Pero sigo prefiriendo la versión actual a las ““originales”” con su excesivo, pero reconocible, sombrero art decó. Un poco kitsch, quizás, y nunca me convenció.
Yo, viendo la propuesta de Lamela, me pregunto como solucionaba el problema de la escalera de evacuación, porque en su imagen no aparece (al menos en el recrecido) y es lo que más condiciona la imagen exterior del proyecto que se ha llevado a cabo.
Yo a Lamela lo aprendí a valorar en Málaga, el “Colegio de arquitectos de Málaga” también tiene su guia de arquitectura, y lo tienen muy bien considerado. El Conjunto Playamar que se basó en la Ciudad radiante de Le Corbusier, lo conozco por dentro, y más quisiera Valdebebas ; eso sí que son unas zonas comunes.
Y la Nogalera también me encanta.
Está considerado uno de los precursores de lo que se llamó “el estilo relax”.
Hombre, es cierto que sobre las torres Colón, siempre es mejor lo que se ha hecho a que las hubieran derribado; Miguel Fisac antes de que derribaran la “Pagoda” dijo: si hay que ponerle unas escaleras contra incendios, yo se las pongo ".
Siempre me quedé con las ganas de saber como lo hubiera solucionado.
Pero ese cosido entre las dos torres, la trasera, y que tampoco entiendo que necesidad de ponerle cuatro plantas más???.
Yo siempre he dicho que, de determinados puntos e incluso según la iluminación tienen su aquel, pero reconozco que son unas torres fallidas. Cuando empiezas a decir “bueno…si te las miras de este lado y así…me gustan” es que algo falla.
En la remodelación de las Torres falla todo. Desde el planteamiento de la remodelación al color de los cristales, pasando por esas cubiertas llenas de cachivaches, el volumen, forma y acabado del recrecido, la unión entre las torres o ese vidrio que cubre el hormigón de la cubierta.
En realidad todo empezó a fallar cuando decidieron darle uso terciario y no residencial hace casi 60 años.
Con lo bien que ha envejecido el De la Hoz y lo mal que lo ham hecho las Torres.
Pero esto no es la realidad, el cambio de uso no trajo la reforma. El gran problema de las torres fue maximizar el espacio de oficinas. La normativa obligaba a la construcción de unas escaleras de evacuación y la solución para no perder metros fue ubicarla fuera del edificio entre las torres pero para no perder del todo la separación entre ambas se crearon unas escaleras huecas que no hicieran volumen visual.
Es decir si se hubiera optado por crear dos escaleras de incendios en el interior aún perdiendo espacio de alquiler todo esto no hubiera pasado.
Esto es lo que inicialmente estaba previsto. Lo del enchufe y la escalera colgada era una solución provisional prevista para cinco años, más o menos, hasta que los contratos de alquiler vigentes finalizasen. Pero por el camino alguien decidió que los propietarios no podían perder metros cuadrados. Ahora, se podría haber encontrado una solución ingeniosa y estética y no la aberración de ahora. De Málaga a Malagón. O casi.
Lo que exigía la normativa era una segunda escalera por torre con recorrido de evacuación diferenciado. Cada una de las torres, además de su escalera, contaba con un sistema de emergencia denominado “mevo” que estaba homologado en España cuando se hicieron la torres pero que era de de dudosa utilidad.
Lamela, consultado por la propiedad (Heron), propuso hacer una segunda escalera por torre además de ampliar la huella de la escalera existente que tampoco cumplía con la normativa en lo referente a las puertas de acceso.
Las torres estaban ocupadas por inquilinos, algunos con contratos de larga duración.
La construcción de una escalera exterior en cada una de las escaleras se descartó por antiestética. Y se decidió la solución PROVISIONAL de colocar la escalera entre las torres a pesar de que las desvirtuase. Se asumió como mal menor porque duraría, en el peor de los casos, unos diez años.
Oficinas hay en edificios de la zona que cuentan con plantas no muy grandes, como el palacio de Gamazo, donde está ubicada Previsioón Sanitaria o el edificio que están haciendo ahora en la plaza de la Dama de Hierro. Como edificio de oficinas, con una planta de 607,74 m² por torre, es viable, ahora, es más rentable si ubicas las escaleras en el exterior. Como más rentable sería si permitiesen al BBVA construir un recrecido de cinco plantas sobre el palacio del Marqués de Salamanca.