El plan para el renacer de los mercados de barrio de Madrid: nueve millones de euros, espectáculos y zonas gastro frente a los gigantes comerciales
Y el Plan de Mercados, de Gallardón, que dejamos a medias ya tal…
Ahí tocaría hacer algo ambicioso pero en fin.
Aunque el derribo del mercado de hierro de la Cebada, fue un acto tristísimo para Madrid, en un desprotegido patrimonio, que da como consecuencias pérdidas irreparables, voy a hacer de defensor del diablo, siendo consciente que no va a ser fácil.
Aunque no se puede comparar lo perdido del 1870,a lo hecho en 1962, creo que un poco de comprensión y puesta en valor a lo nuevo y se nos quitaría un poco de amargura.
Pasamos de una arquitectura del hierro del XIX, a una arquitectura del Movimiento Moderno de hormigón típica de los 60, y ahí es donde está su valor. Aunque el pobre esté hecho un cristo, y no haya manera de comprenderlo.
Fuente foto: Hazte de la Latina. com
Cuando se derribó el antiguo tenía 80 años, y ahora estamos ante uno que tiene 62 años, ¡¡¡que no nos pase como con el otro!!!.
Bueno, empezamos.
El mercado tiene cuatro plantas, dos para mercado, y una subterránea para almacenaje y descarga y otra para aparcamiento, (hecho en los 90,cuando empezaba a asomar su decadencia).
Lo genial es que evitó el volumen masivo a calle, construyendo bajo rasante, ampliando los metros cuadrados para puestos,
y creando un gran atrio de entrada como distribuidor,
Las bóvedas vaídas o de pañuelo, (lo más destacable junto con la estructura de hormigón), le otorgan la plasticidad y la abstracción del Movimiento Moderno,
La iluminación se hace tanto por cubierta como por fachada, entre los huecos que dejan las bóvedas sujetas en las esquinas, la fachada acristalada de la entrada y en huecos en celosía hexagonales,
Foto 1
Foto 2
El exterior no hay muros de carga, donde se alterna el granito con el ladrillo,
El ladrillo es caravista, (no necesita recubrimiento), y colocado al estilo flamenco, es decir alternando la soga, (la cara más larga vista), con el tizón, (la cara más corta vista),
Foto con las celosías hexagonales,
El problema es que “Boa Mistura” no le hizo un favor, donde el ladrillo y las celosías fueron ensuciadas, (incluido el vandalismo), y que las entradas de luz también fueron tapadas,
Foto 2
por no decir que se pintarán con colorinchis las plásticas bóvedas,
una alteración sin escrúpulos, falto de comprensión hacia la obra.
Perdimos una joya del hierro, que no caigamos en el error de perder una joyita del hormigón pura y dura del Movimiento Moderno.
Pasé el otro día por los Mostenses y he visto que dos de los principales cambios que se anunciaron cuando comenzaron las últimas obras no se han hecho ni parece que se vayan a hacer a corto plazo: ni se han abierto los lucernarios del piso de arriba, ni se ha puesto SATE en el exterior, de hecho no se ha tocado la fachada.
Esto me llevó a una reflexión un poco más amplia. Por qué en Madrid los mercados son tan cutres? En general creo que la mayoría son de la Republica o posteriores (el más antiguo municipal es el de Tirso de Molina de 1932). Ya conocemos las perdidas imperdonables de los primigenios de Mostenses y La Cebada, que ya dice mucho de la relación de la ciudad con sus mercados pero, porque ocurrió esto históricamente?
No tenemos un mercado central como tal como hay en la mayoría de ciudades, y lo que se fue construyendo en general es pequeño y muy poco acertado: pasillos pequeños, abigarrados techos bajos (o bajísimos!), arquitectura tirando a pobre o directamente horrible. El concepto en si mismo en la mayoría de los casos es distinto a lo que se ve en otros casos, con una gran nave diáfana de techo alto, en muchos casos luz natural, con una altura libre entre los puestos y la cubierta que da sensación de amplitud, mayores pasillos, etc.
De nuevo, cuando lo comparamos con la mayoría de ciudades quedan muy en evidencia. En la mayoría de ciudades de España hay mercado central que es más aparente que cualquier mercado de Madrid, y no hablemos ya de Alicante, Valencia
, o Barcelona, está última que tiene una red en la que ya es difícil elegir con cual quedarse incluso dejando fuera la Boqueria.
Es quizás porque se hicieron después? Y por qué ocurrió esto? Cual es el modelo de gestión en otros lugares? (Aquí tengo entendido que es una concesión del Ayuntamiento y son los comerciantes los que se hacen cargo de obras y mantenimiento, lo que entiendo que no ayuda a que haya cambios radicales).
Teníamos un plan de Mercados, de Gallardón claro, que ha quedado en el cajón, y a parte de reformas también contemplaba mercados nuevos, por ejemplo, en los PAU.
Con Gallardon a full la situación hubiese mejorado al modernizarse algunos que no había (hay) por donde coger, si, pero tampoco podemos echarle la culpa de la situación simplemente a no haber terminado lo que se proponia.
El tema viene de muchos años y salvo casos puntuales como con Gallardon, a nadie parece importarle ni ha hecho mucho por cambiar la situación.
El problema es el que señalas, que los mercados que ahora serían más atractivos estéticamente y que estarían al nivel de los más bonitos de Europa, los tiraron. Tanto el de la Cebada como el de los Mostenses eran versiones reducidas del Mercado de Les Halles de París. Que no lo olvidemos, lo tiraron ya en los setenta, cuando este tipo de arquitectura ya se valoraba.
Al menos salvaron un módulo que trasladaron a otro punto de la ciudad y parte de otro que acabó en Japón.
El de la Cebada
Mostenses
También tiraron el de Olavide, que tenía mucho interés
Del de San Antonio de Reina Victoria solo queda el exterior
El de San Ildefonso era uno de los más antiguos cubiertos
Al menos nos quedan las naves de Matadero, que aunque no era un mercado tiene puntos en común con la tipología propia de los mercados de finales del XIX y principios del XX.
En el caso del Mercado de la Cebada los comerciantes, en los cincuenta, no querían que se demoliese el edificio de hierro, que estaba en buenas condiciones, pero sucumbió a los intereses especulativos. Creo que es a partir de los sesenta, con el nuevo edificio, cuando se constituyen en cooperativa. Un punto de inflexión fue que en su momento el concejal Ángel Matanzo, que había sido carnicero en el mercado, permitiese la ampliación del parking, lo que benefició a los cooperativistas. Muchos puestos se pueden permitir estar cerrados porque el parking produce los suficientes ingresos para al menos cubrir gastos sin tener la necesidad de abrir los puestos.
En tiempos de Carmena se perdió una oportunidad de oro, se tendría que haber negociado con ellos para al menos convertir un tercio del edificio en polideportivo. No hay que olvidar que durante el mandato de Botella el Ayuntamiento estaba dispuesto a darles bastantes millones a cambio de deshacer la cooperativa y que se permitiese hacer el macro centro comercial con más de 700 plazas de garaje.
Al hilo de esto, todos los mercados son cooperativas? Alguien sabe como funciona en otras ciudades?
¿Se compartió esto…?
Esto ya se inauguró
Lo normal es que los mercados sean municipales y que el ayuntamiento haga una concesión a largo plazo a los comerciantes para que lo gestionen.
También es habitual que el ayuntamiento haga las obras que luego se amortizan con el canon que pagan los concesionarios.
Lo que no sé es cómo funcionan los mercados que se ubican en bajos de edificios; si son privados, si son de los comerciantes o si son municipales a través de cesión del promotor.
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