Quien se “modera” (decide prescindir de cualquier apuesta por el diseño o la calidad arquitectónicas) son las administraciones madrileñas desde hace años.
Como la estación corre a cargo del Estado, estemos tranquilos. Basta ver los estudios que han pasado la primera fase del concurso.
La Chamartín barcelonesa, que construirá también el Estado, será algo así (b720 arquitectos).
Desde hace un tiempo, la única arquitectura de calidad pública que se hace en la ciudad es la del estado (independientemente de la legislatura) o de administraciones públicas extranjeras. Ampliación del Prado (Foster), ampliación del Sorolla (Nieto Sobejano), próxima ampliación de Atocha (Moneo), colegio alemán (Grüntuch Ernst Architects)…