Creo que por aquí tienen que ir los tiros del que, creo, debe ser el acuerdo de legislatura al que lleguen los dos grandes partidos. La reforma de la Ley del Suelo. No puede ser que por fallos, errores (algunas veces dichos “errores” son interpretaciones ultraconservadoras del órgano judicial de turno) fácilmente subsanables se empantanen DÉCADAS planes urbanísticos.
En pocos sitios como en Madrid hemos visto esto. Ha sido, y es, el modus operandi favorito de la oposición en el Ayuntamiento de Madrid para contrarrestar las políticas del gobierno de turno. Ahora saldrá Giraldo y sus mariachis diciendo que “si queremos, van a tragar con corruptelas o fallos flagrantes”, y no, no se trata de eso, porque hay ejemplos de libro de interpretaciones sesgadas y hasta disparatadas del TSJM que después el Supremo ha tumbado, y hasta ha tumbado dando una reprimenda de aúpa al alto tribunal madrileño.
El mejor caso lo tenemos en los desarrollos del sureste. Décadas con planes paralizados, con un encarnizamiento judicial por parte de señores con intereses más que espúreos, jaleados por la oposición desde el burladero. Hemos tenido decenas de miles de viviendas paralizadas por recurso, contrarrecurso, que falta un papel, que dicha resolución no está suficientemente motivada (recurso argumental favorito del TSJM, absolutamente discrecional que luego, insisto, el Supremo tumba con bronca posterior) y así, cuando deberían haber sido, en caso de haber sido, trámites fácilmente solventables.
El Urbanismo de Madrid lo han decidido, entre 2000 y 2020, personajes como Luis Ignacio Martínez Alías. Este señor encabezaba una asociación llamada “Asociación para la Defensa del Urbanismo Responsable”, con su inseparable abogado Hernández Obelart. Este señor era conocido ya con sorna en los juzgados como el recurrente habitual. Por si acaso al señor Giraldo se le abren los ojos como platos al conocer a un nuevo amiguito paralizador, le presento al personaje un poco mejor, esta “asociación” compartía domicilio y procurador con la sociedad Parque Empresarial del Olivar, en fase de liquidación del concurso de acreedores, moroso catedralicio de la junta de compensación de Valdebebas y el Ayuntamiento de Madrid, con más de treinta millones de plomos.
Este señor, por decir algo, se dedicó a torpedear este desarrollo, y otros 20, en lugar de hacer lo que debía, que era pagar. Desconozco de dónde le llegaba la pasta para paralizarlo todo (los procesos judiciales son caros) pero sí sé los efectos, Miles de familias empantanadas durante años esperando sus viviendas, incluso algunas con las viviendas construidas ya, hasta con amenazas de demolición.
Cuando todo estaba listo para conseguir la ansiada LPO que pondría en marcha las mudanzas, el Ayuntamiento de Madrid denegó en junio las licencias, mientras la medida cautelar espera a resolverse en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, para desesperación de estas treinta familias, que viven en un limbo que les cuesta dinero (1.400 euros al mes por intereses de demora) y salud.
Por ejemplo, Silvia ha tenido un aborto que atribuye a la ansiedad. Fernando y Cristina, recién casados, deben mendigar un hueco en casas de familiares. María y Dario matricularon a su hijo en un colegio cercano a Valdebebas, y la criatura vomita casi todas las mañanas por el largo trayecto en coche.
Peor lo tiene Irene, postrada en una silla de ruedas por una enfermedad degenerativa. Entró en la cooperativa porque necesitaba un piso sin barreras arquitectónicas, pero sigue encerrada con su 75 por ciento de discapacidad en una casa vieja donde no cabe por las puertas. «Nos están arruinando la vida», lamenta una de las afectadas, que no puede contener las lágrimas cuando relata su situación.
https://www.elmundo.es/madrid/2014/10/18/5442df37ca474146748b4585.html
Supongo que ahora vendrá el señor Giraldo a decirnos que eso es culpa solo del ayuntamiento, pero tendría que decirle que la “culpa” era de la interpretación de un documento y de la lentitud extrema de la justicia al tramitarlo. La solución llegó, toneladas de papeles, recursos, etc… posteriores. Al final el TSJM se la envainó, NO CAMBIÓ ABSOLUTAMENTE NADA en la urbanización (no se había construido en zona verde, no se habían asesinado 100.000 urogallos para poner un ladrillo encima de otro, etc…) Simplemente, un tema meramente burocrático que hizo un daño tremendo a familias, encima vulnerables.
Al recurrente habitual seguramente le daría igual. Al otro protagonista del urbanismo madrileño seguramente también. Se trata del ilustre señor Canabal Conejos, del TSJM. Famoso por sus descacharrantes sentencias, previa paralización de años. Entre sus greatest hits, tenemos este, con titular apocalíptico del panfleto este:
La sentencia pone en entredicho los planes urbanísticos aprobados en todas las localidades de la comunidad de Madrid antes de que entraran en vigor las dos leyes de igualdad de 2016 y que por tanto no incluyen un informe de igualdad de género.
Ah, aaaaaaah, el horror, el horror, la lluvia de ranas, las pústulas, el malvado PP, “el talonario” como diría el señor Giraldo… Bueno, pues llega el Supremo, y toro a los corrales. Ni impacto de género preceptivo ni leches.
La suerte para Boadilla y el resto de planes (que a buen seguro miraban de reojo esta sentencia) es que el Supremo solo tardó año y medio en resolver. Año y medio de parálisis y de graves consecuencias económicas que luego a este señor ilustre magistrado nadie le podrá reclamar.
Hay más tonterías paridas por este tribunal, como la de considerar poco menos que suelos rústicos los de Calderón-Mahou para aplicarles la imbecilidad (esta es de Aguirre, ojo) de las tres plantas más ático. Pero claro, imbecilidad pensada para suelos rústicos antes de ser declarados urbanizables. ¿Cuántas plantas tenía el Calderón, y la fábrica de Mahou? Lo mismo, toro a los corrales por el Supremo. Pero el daño estaba hecho, porque ya Carmena, su lugarteniente Calvo ya habían planificado perpetrar la colosal mierda que Almeida ha deglutido con deleite, el sarcófago, el murazo y en definitiva la peor actuación urbanística de la historia de Madrid.
Por cierto, señor Giraldo, entre las horas que dedican a averiguar las inmensísimas irregularidades (entiéndase la ironía) del Bernabéu, dedíquele unos minutos a ver si la bazofia inaugurada por Almeida tiene estudio de impacto de género. Las rampas, los recovecos y los huecos a oscuras deben cumplirlos al cien por cien. No lo hará, porque habría que tirar de la hebra hasta Carmena, Calvo y su amiga Causapié, y ahí… ahí ya como que no.
Pues eso. Espero y deseo que la Ministra de Vivienda tenga suerte y pueda pactar con el PP la reforma de la Ley del Suelo, que la falta de un papel, una coma, un párrafo, o la interpretación ultraconservadora del togado de turno, no paralice un plan sine die. Ojalá y haya un acuerdo, aunque eso sí, habrá grandes perjudicados colaterales. Los que se pasan la vida recurriéndolo todo, esperando que los jueces hagan su trabajo. Y no quiero mirar a nadie…