¡Buenas Boiler!
Menudo reverso depresivo que has tenido en este mensaje, ¿puedo preguntarte la razón en cuanto a datos concretos?
Yo también llevo ya más de un año a la espera de ver cómo evoluciona el asunto, y no percibo ese cambio radical de tendencia del que hablas.
Yendo por partes de lo que hablas:
· El indicador más burdo: PIB y PIB per cápita. Está sucediendo algo MUY SOSPECHOSO desde hace año y medio: el INE no está sacando los resultados de los avances de la Contabilidad Regional para el año 2020 cuando por fechas ya debería haber salido (avances, que no definitivo).
En ese sentido estamos ciegos en cuanto a estadísticas oficiales. Lo último que tenemos es 2019 donde Madrid seguía liderando España en tasas de crecimiento y ya de paso consolidando la primera posición que arrebató a Cataluña en 2017.
Sí que tenemos los datos de estimaciones del Banco de España, BBVA etc. para el 2020 y los dos primeros trimestres de 2021.
En ellas Madrid perdía el 10-11% en 2020 (nivel medio alto, bastante perjudicada pero menos que las CCAA mediterráneas y las Islas), y en 2021 parece que recupera ya comparativamente bien.
En mi opinión a lo que pinta es que la pandemia va a producir un efecto neto redestributivo del decrecimiento y crecimiento del PIB hacia las regiones menos dinámicas en el agregado de 2020 y 2021. Pero de las que van a perder más peso pinta que Madrid está en un segundo escalón detrás de Cataluña e islas.
Y ya a partir de ahí las previsiones son de despegue de nuevo como antes.
En el aspecto demográfico Madrid en 2020 tuvo por causa de la pandemia una migración neta interior de -20.000 habitantes que es toda una excepción en la serie histórica. Y aún así no perdió población gracias a un saldo migratorio exterior positivo superior.
En los años anteriores Madrid era de las CCAA que más crecía de España, y a diferencia de otras que también crecían, lo hacía combinando la llegada de extranjeros con el mayor saldo migratorio interno de españoles de largo.
¿Qué va a suceder? Te aseguro al 100% que Madrid va a crecer demográficamente con fuerza en los próximos años ya que el saldo migratorio exterior positivo está asegurado.
El saldo interno ya no lo sé porque es una incógnita sin explorar como nos va a afectar todo esto en el marco laboral cuando se asiente. Que tenga durante unos años un saldo negativo a mi me parecería fantástico. Ya que los saldos negativos internos de Madrid suelen ser a las provincias de alrededor (Toledo, Guadalajara, Segovia) mientras que sus saldos positivos internos son de toda España, por lo que el efecto neto sería una pequeña redestribución nacional hacia el despobladísimo interior castellano via Madrid en ese caso concreto.
Aún así, ya veremos si sucede. Y como te digo antes, al final los movimientos internos son muy pequeños en comparación al fenómeno migratorio externo de extranjeros.
Tema inversiones. No entiendo el pesimismo aquí, ya que Madrid concentró en 2020 el 75% de la inversión extranjera en España y es otro año más donde consolida el aumento de la proporción que abarcamos de la misma a nivel nacional, que se viene acentuando en el último lustro.
En valores absolutos la tendencia también es positiva.
En lo que sí que te doy totalmente la razón es que todo esto que te estoy comentando es un poco “en el país de los ciegos, el tuerto es el rey”.
Se echa de menos en Madrid mucha más ambición que lo que es simplemente consolidar la capitalidad económica de España.
De hecho igual el siguiente paso es dejar de empezar a dejar de pensar tanto en España, y empezar a pensar en competir por liderazgos es escala europea y global. Cambio de marco mental, que soy el primero que admite que a veces le cuesta.
P.D: El aspecto económico del “procés” catalán ni se ha apagado ni va a desaparecer en un futuro próximo. Mediáticamente se hizo mucha bola con aquello de la salida de empresas de renombre en 2017-2018, pero en realidad es un proceso de erosión-desgaste lento y constante que se nota más en el medio plazo.
Donde se nota no es tanto en lo que se pierde, sino en lo que se deja de ganar: el coste de oportunidad para Barcelona. Y muchas veces no son oportunidades que vayan a revertir por rebote en otras ciudades del país, sino simplemente suceden en otras partes del mundo o no suceden sin más.
Además hunde sus raíces en factores estructurales de la vida institucional, política y social catalana que son de prácticamente imposible solución a corto plazo. Los pobres tienen para rato, me temo.