Hace un tiempo se trató el tema del éxodo californiano, especialmente desde San Francisco.
La ciudad estaba perdiendo población y empleos a un ritmo increíble.
Pero, además de la delincuencia, el problema número 1 para la deslocalización, más que los fiscales y regulatorios era… la vivienda y el suelo.
También Texas tiene unos costes energéticos bastante asequibles que para las actividades industriales es fundamental.
Eso sí. Dudo que veamos a Austin codeándose entre Nueva York y Los Ángeles próximamente.