Ahora resulta que sí se puede emplear el calificativo “feo”. Ejemplos:
David García-Asenjo, arquitecto y autor de una tesis sobre arquitectura sacra contemporánea española: Es fea. Y además está colocada en un sitio muy visible, no puedes evitar verla desde casi todo el oeste de Madrid.
Fernando Castro Flórez, filósofo especialista en estética, crítico de arte y profesor en la UAM: Empleando jerga actual: feo no, lo de después. Es un completo bodrio, un mazacote arquitectónico que machaca el ‘skyline’ madrileño. Parecía difícil tener algo más cutre en la Capital del Reino, pero la Almudena consiguió superar todo estándar de sordidez. En término de escala representa el delirio puro, como si el Palacio Real tuviera el “estómago” inflado por malas digestiones.
Y ojo cuidao que no estoy diciendo qué es más bonito o más feo.
Chueca no entendía que se avanzaba innovando con los conceptos y los volúmenes en lugar de con el decorativismo. Crea un nuevo concepto de columnata, respeta el capitel, o no. Pero no te quedes entre Pinto y Valdemoro.
A mí me gusta sobremanera la arquitectura religiosa de Gottfried Böhm o Fisac por ejemplo… Pero no encuentro un proyecto suyo que pudiera tener sitio en ese espacio tan delicado.
Por otro lado la arquitectura pre-moderna es muy objetual, habitualmente intercambiarla de sitio es más fácil.
Pero eso… No me disgustaría una Almudena así, sería una catedral muy digna para una ciudad como Madrid
A mí una continuación de lo hecho en el Museo de las Colecciones Reales, con una escala más monumental me parecería muy acertado.
Como conjunto que funcionase con el Palacio a modo de gran zócalo granítico horizontal, con cierto aire a lo templo de salomón-mesopotámico.
Una acrópolis de juegos de volúmenes prismáticos, austeros.